Luces, cámara...
¡FIESTÓN!

Laura (interpretada por la propia Laura) y Victoria (interpretada también por ella misma) se conocieron con 18 años en Salamanca. Durante mucho tiempo fueron poco más que dos caras conocidas que coincidían en los pasillos y en las aulas —primero de Enfermería y luego de Medicina—, aunque eso solo ocurría cuando Victoria se dignaba a aparecer por clase. Nada hacía pensar que acabarían juntas, hasta que un viaje de fin de carrera a México lo puso todo patas arriba y las hizo empezar a mirarse de otra manera. Lo que allí nació como una complicidad inesperada siguió creciendo al volver a casa: de mensajes tontos a quedadas improvisadas y, casi sin querer, a una historia que ya no había forma de frenar.

La distancia llegó pronto para ponerlas a prueba. Ciudades distintas, horarios imposibles y una pandemia empeñada en complicarlo todo. Aun así, su relación resistió, se hizo más fuerte y, al final, todo encontró su lugar cuando por fin pudieron empezar a vivir juntas.

Con el tiempo formaron un hogar, compartido con dos gatos que se adueñaron de la casa y, de paso, de la galería de sus móviles. Entre risas, viajes improvisados y rutinas que surgieron sin darse cuenta, Laura y Victoria descubrieron que hay historias que no se construyen con prisa, sino con momentos que surgen en el día a día. 

La suya es una comedia romántica sobre encuentros tardíos, reencuentros, giros del destino y la certeza de que, cuando es la persona adecuada, todo encaja.

​

Postdata: sí quiero.